domingo, 25 de julio de 2010

Fuimos una semana

No quiero dejarte así, quiero irme sabiendo que estarás bien. Creeme que fue una desición tomada hace pocos instantes, pero esto lo venía pensando hace días. Y bien sabes que no es fácil decirtelo, menos al telefono. Tu sabes que te quiero mucho, que fuiste y eres especial, pero las circunstancias no me dan opción. Y hablemos de prioridades, de futuro. Por favor dejame ir, no me hagas el camíno más dificil, por favor. Y no tengas en mente esa idea ridícula de que te utilice, y si así lo sentiste, perdoname, no quize hacerlo.
Creeme que la pena es mucha, que si me callo durante algunos segundos es por que no puedo seguir hablando... se me quiebra la voz. No quiero llorar, no por no mostrar debilidad ante ti, sino que para que tu no te sientas mal, o bueno, más mal de lo que ya estas.
Entiendo también que lo que hiciste tu, fue con la mejor de las intenciones. Que creíste que al llegar así de sorpresa me alegraría. Siento defraudarte, y me alegro no haber estado ahí, no por no querer verte, sino por que yo se que no te hubiera recibido de la mejor manera. Eso fue realmente estúpido, aunque valorable, y en gran manera. Aún es muy poco lo que nos conocemos, por eso lo valoro, pero ya sabes que no soy así. Lamento que lo tubieras que aprender a la fuerza.
Tal vez, la gran compatibilidad que existe entre nosotros nos hizo mal. Somos iguales en todo. Tanto así que se que cuando entres a la casa, te sentaras en el sofá que esta al lado de la puerta, apoyaras tu cabeza en tu mano e intentaras disimular que estas herído. Lo se por que yo también hare lo mismo. Creo estar viendo como enciendes el cigarro, pensando estúpidamente que el recuerdo se ira junto con el humo. Lo se muy bien, por que yo también hago lo mismo. Y se que cuando intentes dormir, llegaran a tu cabeza los miles de recuerdos de esta semana que velozmente pasó.
Creo escuchar a lo lejos, en el fondo de tu dormitorio, la música. Guitarra triste y solitaria, caracteristico de Manuel García. No puedes decirme que no, lo escuchas casi como una adicción y mas aún, en momentos como este.
No llores mi amor, no sufras, ni lo intentes. Demuestrame que tu fortaleza es segura y tu caracter es lo suficientemente fuerte como para no derramar lágrimas por esto.
Comprendo tu dolor, yo también lo siento y tal vez, en mayor potencia que tu.
Aún están en mi piel, las caricias de aquél viento que corría cuando me besaste por primera vez. Pero recuerda que el viento es del reino del tiempo, tu hiciste que esa frase fuera mia, ahora te la recuerdo. El tiempo... el vera si soy capaz de mantenerme en mi desición.
Y lo último, y ya no te molesto más... recuerda que te quiero mucho, y que todo lo que paso entre nosotros, desde los completos en plaza italia hasta el desnudarme frente a ti, fue especial, fue y sigue siendo muy especial para mi. Descanza, pasalo bien este fin de semana... adiós Hans...

-Adiós...
Solo adiós... ella lo dijo todo, yo... solo adiós...

1 comentario:

  1. Corcholis!
    Cómo son algunas minas, eh???

    Pues lo siento, si dijo adiós, si ella lo dijo todo... tal vez se le olvidó algo y vuelva a decirte: Hola, Hans!

    Un besote enorme!

    ResponderEliminar