miércoles, 25 de mayo de 2011

Vida Mia

Si era como escuchar la guitarra. Tan feliz así como es; era risa, así la llamare, risa. Una risa que alegraba el paseo ahumada, paseo ahumada con gritos de vendedores, lamentos (sean falsos o no) de mendigos y una centena de azul y rojo celebrando el cumpleaños del chuncho, glorioso bulla que alentaban con un "y dale bulla dale". Era como escuchar la guitarra susurrando Vida Mia. Tan enraizada en los pensamientos que estaba ahi, inconcientemente escuchandose despacio, no tan despacio, pero se oía lejana por que era más fuerte su risa. Sonrisa luminosa, asi le apodare y creo, le gustara. Sonrisa luminosa abarcando la profundidad de un helado de crema, donde masticabamos juntos el chocolate pegajoso que untaba los dedos. Casi como una burla le dabamos la espalda a la calle, total, ¿que importaban? Solo se torno real cuando volteamos para mirar la fotografía que traspaso, cual Houdini, el cristal, para así mezclarse con los ajenos fantasmas y reflejos que no miraban pero lo hacian de reojo.
Risa (por que así la llamare) me dijo que alguien miro pero no alcanze a notar la mirada de ese alguien que alzo la mirada para mirar a quien no miro. La perdí, llegue a creer y frustrarme por que podría haber salido una fotografía, pero la perdí, pero estaba ahi. Me miraba extraña, duda, normal al tiempo que se concibe por estos días, solo que el tiempo (como le decía yo) depende de ti, Risa mia, depende de ti por que si tu quieres pisar y patearle el culo al tiempo, puedes hacerlo sin que nadie te reproche. Bajemos la escalera, será mejor caminar que estancar las piernas en el local.
Vida Mia, estaba ahi, Vida mia, Vida Mia, Vida Mia... dejaba de sonar solo cuando su beso y su risa se mezclaban con mis dientes fríos, pero bastaba con que alejara su aliento del mio y tomara mi mano y Vida Mia estaba ahi nuevamente... Vida Mia... Gritan Vida Mia...
Y gritamos iniciando el espectaculo de adoración mutua y sublime entre lo callejero nocturno y romántico de pasear por un barrio con calles con adoquines y los aún sobrevivientes rieles de tranvía que, cual fósiles, se dejan entre ver por las heridas del pavimento. Y me gritaba y le gritaba, y se reía y me cautivava, y me reía y me seguia cautivando. Noctambulos artistas gritones. Fotógrafos, por cierto, pero amantes, alegres... y su sonrisa. Sonrisa que perduro hasta el final del tiempo, cuando faltaba poco para que se diera la partida a la entrada del vagón del tren directo a Paine. Risa (por que así la llamo) reia timidamente con sus mejillas sonrojadas.
Sabor a Victoria, sonrisa luminosa, silueta de cristal que se alejaba no sin antes cobrar venganza por todos los te quiero que yo libre antes de que ella se diera tiempo de analizar. Cobró venganza, por que con su risa infinita dejo salir por entre sus labios (que me encantan, no puedo evitar decirlo) aquellas palabras que ella al pricipio del tiempo las creyo muy prontas. Pero cobro venganza, lo hizo riendo cuando yo le dije por ultima vez te quiero.
-Yo también...
Y se fue Vida Mia, por qe ahora era mi vida, es mi vida, su sonrisa es la mia, mis ojos son los suyos, nuestras fotografías son propias. Son aquellas que muestran su sonrisa desde mis ojos... Vida Mia...

1 comentario:

  1. Siempre tan romantico, tan directo e indirecto a la vez, siempre tan "escritor" por sobre todo, siempre tan tu...

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